jueves, 7 de mayo de 2015

El principal alimento para reducir el estrés


Nuestro cuerpo, al igual que un coche o cualquier otra máquina, requiere el combustible necesario para su uso cotidiano y son varias las fuentes que utiliza. Seguro que las dos primeras ya las has acertado: la comida y la bebida. Pero existe otra mucho más importante sin la cual no podríamos subsistir más de cuatro minutos sin sufrir graves daños en nuestro organismo e incluso llegar a la muerte cerebral: el oxígeno.

Es verdad que cierto tipo de alimentos y/o bebidas ayudan a mejorar tu actividad física en diferentes niveles, incluyendo la sensación de ansiedad y tensión la cual llamamos estrés; algunos lo combaten al ingerirlos y otros lo potencian fomentando el nerviosismo, un experto en dietas te podría recomendar la alimentación adecuada, yo soy experta en coaching y, además de animarte a cuidar lo que ingieres, te invito a abrir los ojos ante lo que lleva nutriendo tus células desde tu primer minuto de vida y que, a pesar de venir “de serie” su inhalación, no por ello hay que descuidarla pues es un pilar para que lleves una vida placentera y sana.


Si cuidas lo que comes, ¿por qué no cuidas lo que respiras?. No comerías algo que te provoque cáncer de estómago o que supieras que es venenoso, entonces…¿por qué fumas?. Si respetas el hacer un número determinado de comidas al día para que tu organismo no pase hambre y tenga energía...¿por qué te privas de respirar adecuadamente el oxígeno?. La respiración es un acto fisiológico primordial para la supervivencia, pero tan automático e inconsciente que lo dejamos en el olvido sin atender a las carencias que una mala oxigenación puede ocasionar en nuestro organismo.

Resumiendo mucho, solo para que nos hagamos una idea, vamos a mencionar alguno de los beneficios y perjuicios, según tu tipo de respiración.
Una respiración inadecuada y de mala calidad, la que realizamos casi todos, trae consigo fatiga tanto física como mental, estrés, mala circulación sanguínea, ansiedad, hiperventilación, tensión muscular (sobre todo  en cuello y espalda), mala oxigenación de las células y órganos de nuestro cuerpo, con las consecuencias que eso conlleva, envejecimiento, etc.

Sin embargo, respirar adecuadamente, inhalando así el oxígeno necesario para tu organismo, te estás aportando innumerables beneficios como eliminación de toxinas, mejora del rendimiento tanto físico como mental, mejora de la digestión, de la circulación sanguínea, del funcionamiento de las glándulas, permite quemar mejor las grasas, con una mejor oxigenación de nuestros tejidos también notaremos menos arrugas y un cutis más terso, favorece la relajación, la concentración, alivia el estrés, elimina la tensión muscular...y así podría seguir y seguir, con lo que de esto podemos inferir que una buena oxigenación del organismo es la base de la fuente de la juventud y de una vida sana y relajada.

Normalmente cuando una persona está nerviosa o con ansiedad, algo muy común hoy en día, no es consciente de que puede estar hiperventilando, realizando respiraciones rápidas, cortas, e incompletas que privan al organismo del oxígeno suficiente para realizar todas las funciones necesarias que llevan a una subsistencia de forma satisfactoria y beneficiosa. La única forma de evitar esto es adquirir el hábito de una correcta respiración.

¡Aprende a respirar!.

Es fácil, gratis, y el beneficio supera con creces el coste de tiempo invertido en asimilar la costumbre. Solo son tres fáciles pasos, se llama respiración diafragmática.

Para comenzar a respirar correctamente lo más sencillo es tumbarse y boca arriba (con un poco de práctica lo podrás realizar en cualquier postura y circunstancia). Coloca una mano sobre el pecho y la otra sobre la barriga.

1. Inspira intentando llenar de aire solamente la parte baja de tu abdomen (en realidad estás llenando la zona del diafragma, no el abdomen, pero el efecto que notarás es ese) si lo haces correctamente percibirás que solo se eleva la mano que esta sobre tu barriga. Si tienes dificultades en hacer esto puedes tratar de simular que tienes una barriga cervecera o de embarazada... ;). Para que este movimiento sea correcto la zona del pecho no debe elevarse, tu mano del pecho no debe haberse movido.

2. Una vez lleno de aire el diafragma continuamos con la parte del pecho, como esta es la parte que solemos llenar de forma inconsciente te resultará muy fácil. Notarás que se eleva la mano que tienes sobre tu pecho.


3. Por último hay que llenar la parte de arriba, esto lo puedes conseguir imaginando que introduces aire en la zona situada por encima de tu pecho, entre los hombros o entre tus clavículas.

Después contén la respiración tres segundos y expira despacio, en el orden inverso al de la inspiración. Trata de realizar este ejercicio todos los días de cinco a diez minutos y pronto notarás los beneficios.

Con este ejercicio además de aprender a alimentar/oxigenar correctamente tu cuerpo, mejorando así tu salud y bajando tus niveles de ansiedad, te estarás iniciando en una técnica de relajación que mejorará considerablemente tu calidad de vida, estarás dándole un respiro, y nunca mejor dicho, a tu mente y a tu cuerpo del ajetreo y preocupaciones diarias.

Es curioso que dejemos en el olvido todo lo que nos beneficia y focalicemos nuestras vidas sobre lo pernicioso, el ser humano se mueve con ese patrón de conducta completamente autodestructivo y antinatural, pero por supuesto modificable, solo hay que cambiar el foco porque allí donde pones tu energía las cosas crecen, así que toma nota, ¡respira! y enfócate en lo bueno que la vida te da.  



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