Son algunos
psicólogos, en realidad una minoría, los que están a la defensiva respecto a
los coaches acusándoles de intrusismo y de utilizar metodología inválida. He llegado a leer comentarios de
profesionales de la psicología cuestionando fervorosamente técnicas efectivas como el mindfulness, la cual podríamos definir como una forma más de
relajación o meditación, argumentando en defensa de su hipótesis de
desprestigio hacia ella que no está probada científicamente y por ello no es
válida, metiéndola en la categoría de “técnica placebo”. Pues… ¡hip, hip,hurra!
por las técnicas placebo si nos benefician y ayudan a mejorar nuestra
calidad de vida.
Esta postura
de negación del coaching y todo lo que pueda aportar en beneficio de la salud mental
o la consecución de la felicidad entiendo procede de la suma del desconocimiento
y el miedo a lo nuevo, dado que si lo que te mueve es el bienestar de la mente
humana cualquier método, siempre que no resulte pernicioso en modo alguno y sirva
para tal fin, en vez de ser objeto de crítica y discusión, e incluso, por lo
que leo en algunos artículos y comentarios de redes sociales, indignación,
debería convertirse en objeto de estudio para su potenciación y mejora en la aplicación
de estas técnicas. Juntos, colaborando, es como conseguiremos llegar a la utopía de un mundo mejor dentro
de lo duras que puedan llegar a ser las circunstancias de nuestras vidas. Debemos
sumar no restar, construir no destruir.
La mayoría de
los psicólogos, afortunadamente, reconocen la eficacia del coaching, el cual proviene de la combinación de psicología y método socrático, cada vez son más los que amplían su formación con algún master o curso
homologado en esta materia. Cuando
yo realicé el master a través de la Universidad de Salamanca tuve compañeros
psicólogos que me comentaron que muchas de las técnicas utilizadas en coaching se
utilizan también en sus consultas.
Una
diferenciación clara y muy importante entre los dos tipos de profesionales es que
un coach no trata patologías, ante cualquier síntoma que pueda mostrar un
cliente de enfermedad o problemas que requieran tratamiento médico o terapia el
coach debe remitirle al profesional correspondiente. Un coach, como bien dice
la traducción de la palabra, es un entrenador, acompaña y ayuda al cliente (no "paciente") a
conseguir objetivos de diferentes índoles facilitándole herramientas para ello.
El coaching
está siendo cuestionado en ocasiones al carecer de colegio profesional que lo
regule, por ello ya he comentado en otras ocasiones que es muy importante
informarte de que el coach a quien acudes no solo es marketing sino que posee
una sólida formación y capacitación en coaching.