Vamos a arrojar algo de claridad sobre eso a lo que llamamos “suerte”, a ello le achacamos nuestras
dichas y desdichas, la buena la añoramos con esperanza constantemente y de la
mala siempre nos quejamos, como buenos seres humanos que somos.
Pero ¿existe algún método para
convertir la mala suerte en buena?, o mejor aún, ¿cúal es la forma o camino
para encontrarla?, tengo dos noticias para tí:
1. Noticia buena. La buena
suerte existe! y a la par el método para encontrarla.
2. Noticia mala. La buena suerte no es atraída por tus calzoncillos “de
la suerte”, pulseras, imágenes de San Pancracio o Santos varios, y demás
ornamentos a los que habitualmente catalogamos como objetos o imanes de buena
fortuna.
Lamento desilusionaros a todos los que pensáis que llevando puesta aquella prenda con la
cual creéis que siempre os pasan cosas maravillosas atraeréis buena suerte. No
es tu camiseta, se debe a la asociación de
esa prenda con algo positivo que nos ha sucedido en el pasado mientras la
llevábamos, y que ha generado unas expectativas que llevan a recurrir a ella, o
a una conducta determinada, con la
finalidad de que se produzca la misma causa (causalidad falsa, llamada
comúnmente conducta supersticiosa)
para conseguir el mismo incentivo o beneficio. Esto es una variable de
motivación por incentivo dentro de la motivación extrínseca. Con lo cual
podemos observar que no es la bruja Lola, sino un emparejamiento accidental
entre objeto/conducta y premio.
Después de darte este gran
disgusto sobre tus fetiches ahora te doy
una gran solución, y está perdurará
más que cualquier objeto, siempre podrás llevarla contigo y los buenos
resultados serán constantes y seguros.
La buena suerte no es el azar, no son circunstancias fortuitas que
surgen sin causalidad alguna, por ejemplo…el hecho de que te toque la lotería,
mucha gente gana a la lotería y en breve sigue siendo infeliz o gasta el dinero
regresando a la pobreza, a veces perdiendo mucho más que lo material por el
camino, ¿fue realmente buena suerte?. La
buena suerte son las circunstancias
que te rodean, siempre están ahí, esperando a que tú aproveches todas las
oportunidades que te da la vida y las moldees a tu gusto.
Tu
puedes crear tu propia buena suerte.
Es muy posible que ahora estés
pensando que lo que acabas de leer es una tontería y se haya activado tu red de
pensamientos de queja y negatividad,
precisamente ese es el tipo de ciclo pernicioso y nada productivo, sino más bien
destructivo, que se encarga de alejar
aquello a lo que llamamos suerte de tu realidad, esa actitud es lo que está
bloqueando tu capacidad para utilizar las herramientas que posees para atraer a la suerte, en otras palabras, conseguir
aquello que deseas.
Thomas Edison no descubrió la bombilla por casualidad, ni por azar,
aunque muchos puedan decir que tuvo suerte, fue fruto de saber aprovechar y
moldear las circunstancias para conseguirlo, creó su propia buena suerte,
insistió una y otra vez, más de mil
intentos hasta conseguirlo.
El método para generar suerte es tan fácil como darle un nuevo enfoque a las cosas, modificando lo que no funciona y
aplicando nuevas pautas. Si los resultados que estás obteniendo no son los que
quieres utiliza tu buena suerte y cambia lo que haces!.
Te invito a que leas un libro
que muestra, a través de una breve fábula ambientada en la época del mago
Merlín, como se consigue la buena suerte, y con ese mismo nombre “La buena
suerte”, sus autores Fernando Trías de Bes y Álex Robira Celma (Ed. Empresa Activa) lo bautizaron.
Cierto es que nada valioso en la vida resulta fácil de
conseguir, pero solo si actúas podrás
obtener resultados. Y ten siempre
algo muy claro: Somos generadores de circunstancias.
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