miércoles, 31 de mayo de 2017

El coaching en la empresa



Quizás te preguntes para qué sirve el coaching en una empresa ya que en principio parece destinado solo al crecimiento personal, a la consecución de metas propias que por ti mismo resultan difíciles de alcanzar. Puede que sea así, pero piensa: ¿De qué se conforman las empresas?, ¿Quiénes constituyen los equipos?, y ¿los departamentos?, ¿Quién las dirige o lidera?...Sorpresa!, son las personas las que realizan las gestiones necesarias para que una empresa funcione y obtenga beneficios. Son ellas quienes la hacen grande y son uno de los mayores activos de la entidad.

Tener trabajando para ti, o mejor dicho contigo, un equipo te abre las puertas a un inmenso potencial para incrementar los beneficios y crecer, algo que no todas las organizaciones saben aprovechar aunque, afortunadamente, cada vez son más conscientes de ello.

Una vez que los empleados tienen cubiertas las necesidades primarias, las llamadas “medidas higiénicas”, que aporta el salario (seguridad y subsistencia) e incluso sociales uniendo a los trabajadores en una comunidad laboral, lo que empuja a que alguien busque la excelencia en su puesto de trabajo es la implicación, la responsabilidad personal, la autorealización y la potenciación de su autoestima; es aquí donde actúa el coaching.

Coaching y liderazgo caminan de la mano para innovar y mejorar resultados. El uso del coaching se está utilizando en las mayores empresas a nivel mundial lo cual está sirviendo para dar ejemplo al resto. Un gran gigante que lo ha implementado es Google donde cuentan con coaches internos obteniendo un resultado del 97% de efectividad. Otras empresas como Nestlé, Reale, Banco Santander…y muchas más, ya forman parte de la flamante ola de crecimiento a través de esta nueva y eficaz herramienta.

El coaching, aplicado en el entorno laboral, consigue que las personas desplieguen su potencial, desarrollando sus capacidades y sentido de la responsabilidad, mejora la comunicación y la colaboración, e incrementa la motivación tanto a nivel grupal como individual, reduce el absentismo laboral…y podría seguir enumerando beneficios que, además, son totalmente medibles dado que esto se traslada en una mejora de la productividad y como consecuencia directa en un incremento de los beneficios de la empresa.