martes, 31 de octubre de 2017

¿Por qué somos infelices?


Es una pregunta con una trascendencia vital e imprescindible de contestar si realmente quieres tener una vida plena y feliz. Cada uno tendrá sus razones para sentirse mal, es un tema muy personal y con el cual te puede ayudar mucho acudir a un coach. Tenemos muchas capas que quitar hasta llegar a la respuesta y algunas son compartidas por todos, asique en este post voy a enumerar las básicas para ayudarte a detectarlas.

Uno de los libros que estoy leyendo ahora mismo es “La magia del orden”  de Marie Kondo, de momento no puedo decir si lo recomiendo o no porque llevo muy poquito, pero pinta bien. Más allá del mensaje principal que yo entiendo (desde mi enfoque que saca la miga del coaching de todo lo que pillo), que sería - pon orden a tu alrededor y tu mente también estará ordenada-, una de las primeras frases que me ha resultado interesante ha sido: “La necesidad de señalar el desorden ajeno suele ser una señal de que estás descuidando el orden de tu propio espacio”.   Esto trasladado de una situación física a un plano emocional se traduce en que cuando te fijas en las carencias de otras personas y en sus defectos, quizás es la hora de mirarte a un espejo. Para estar bien con los demás y con el mundo debes encontrarte bien primero contigo mismo, tener tu mente ordenada y en calma. Entonces…si tener tu casa ordenada te hará sentirte mejor imagínate si lo que ordenas es tu mente! ¿Y qué hay en tu mente para poder ser ordenado? Seguro que lo has adivinado: pensamientos.

-                     Uno de los motivos de la infelicidad es maraña de pensamientos, lamentablemente negativos en su mayoría, que vagan libremente por nuestra mente sin control. No es posible chequear todos los pensamientos que tenemos a lo largo del día pero sí podemos entrenar la mente para potenciar su focalización en lo positivo y así ellos solitos dejen de sabotearnos y comiencen a trabajar a nuestro favor.



-                     Factor primordial de la infelicidad es la carencia de objetivos. Para ser feliz debes tener algo que te mueva por dentro, algo hacia lo que caminar y que te provoque unas ganas locas de levantarte por las mañanas. Hoy en día la mayoría camina sin rumbo, sus metas son conseguir tener aquello que la sociedad indica mediante anuncios publicitarios y cánones impuestos. Cada uno debe tener su propio punto hacia el que dirigirse y no tiene porqué ser común al de los demás; aunque tu sueño sea poco atractivo para el resto (siempre dentro de la legalidad y sin perjudicar a otras personas) trabaja para conseguirlo, esto te hará ser congruente y sentirte fenomenal.  



-                     Somos desagradecidos con la vida. Nos centramos en todo lo que nos falta sumiéndonos en el mundo de la queja. Si disfrutas de salud, puedes comer tres veces o más al día, vives en una casa, tienes gente que te quiere a tu alrededor, etc, ¡agradécelo!, no todo el mundo posee esa suerte. Céntrate en aquello que tienes, valóralo, y no en las carencias. Cuando termine el día no recuerdes solamente a esa persona tan desagradable que se te coló en la cola del supermercado, te has encontrado con mucha gente amable ¿por qué no recuerdas al vecino que te sonrió y amablemente sujetó la puerta?.



-                     Culpabilidad. O le echamos la culpa a otros o asumimos demasiada culpa. No existe necesidad de culpabilizar por todo lo que sucede, las cosas pasan sin más, existen los errores que sirven para aprender y de los cuales nadie está libre,  con lo cual aprende aperdonar tanto a ti mismo como a los demás. Dar vueltas a lo mismo y fijar tu pensamiento recurrentemente en un hecho molesto solo genera dolor o rencor, ambas completamente nocivas para tu salud tanto física como emocional.

La felicidad está al alcance de todos aunque suene a utopía, nadie está destinado a ser una persona infeliz, aparte de que ser feliz no es un estado de ánimo sino una decisión, con lo cual eres tú quien debes proponer desde el fondo de tu corazón: “quiero ser feliz” “voy a ser feliz”. Si se filtra alguna duda a pesar de pequeña que pueda ser sobre la veracidad de esta afirmación que valide la incapacidad para conseguirlo así será porque pienses lo que pienses siempre vas a tener razón pues actuamos partiendo de nuestros pensamientos: según lo que  piensas así sientes y según sientes así actúas. Somos seres totalmente emocionales a pesar de ser los únicos sobre la tierra que poseemos la capacidad del razonamiento. Nos movemos por las emociones y las emociones las producen los pensamientos que generamos sobre los cuales sí tenemos potestad de direccionamiento.

Y, ojo, como seres emocionales que somos debes entender que ser feliz no significa estar constantemente riendo y alegre, tener sentimientos de todo tipo es sano y humano. Puedes estar triste, contento, enfadado, relajado…todo vale y es bueno sin llevar a los extremos. Ni un coach ni un psicólogo ni nadie teniendo las mejores herramientas para trabajar en el mundo de la psique está libre de oscilación en su estado de ánimo, que sepamos a fecha de hoy Terminator no existe.